sombras

como senderos que se bifurcan y al final, una y otra vez vos, el mismo abismo; me caigo y (me) pierdo, te pierdo. no sé quién soy, me desconozco una y otra vez cayendo en el mismo error, el abismo sin fin se repite inevitablemente. No puedo, no quiero evitarlo. como elegir caminos que de forma irremediable me conducirán al mismo lugar. ese placer de la premeditación, al fin y al cabo yo ya sé qué va a pasar y sin sentido camino igual y me dirijo a lo nuevo, a lo viejo. quizá el miedo a desconocerme me lleve por los mismos caminos, como el movimiento cíclico de no encontrar nada nuevo. no hay sorpresa en mi. voy, esperando y ansiando que esta vez no sea igual. que esta vez el final del sendero sea no-conocido. anhelo de divagar entre sombras y apropiarme de todo, conocerlo, desecharlo, ansiarlo, destrozarlo; destruir, acabar con todo y permanecer inmutable. cuando ya nada logra afectarte, es ahí cuando alcanzás la liberación máxima. caminar sin preocupación ni expectativas se vuelve cotidiano. MIEDO a la rutina...

No hay comentarios: