me quedaría horas sentada mirando la pared blanca, recortando fotos, pegando acá, allá, cantando para mí, sin que nadie escuche nada, sin un gesto que exprese algo en mi cara, solo yo, solo silencio a mi alrededor, nada para decir, nada. mejor tranquilidad y dejo de expresar todo, mejor dejo mis ojos en blanco, para que nadie adivine qué pasa, porque ni yo sé y estoy harta de que cada uno saque sus propias conclusiones, que se abandonen y me abandonen y vuelvan y así inconstante, como una ola de mar gigante que a veces arrasa con todo. como ahora, como la playa de madrugada, como el viento que te pega en la cara y te da frío pero, a la vez, bienestar. porque me pasaría horas mirando la pared blanca sin emitir sonido, conforme con el hecho de que nadie me dirija la palabra más, no hoy, no para decir cosas que yo ya sé, que yo esperé durante mucho tiempo, que no me importan, que ya pasaron, que ya no más.
hoy preferiría quedarme sola.
3 comentarios:
Mi querida Pizarnik, me encanta cuando sangrás palabras. Quisiera que no fueran tan reales, por que entiendo que te duelen, pero tal vez eso les otorga otro tipo de belleza, más cercana, más carnal, más visceral.
Solo digo que me gustan las palabras que sangrás. Y que te mando un beso
voy a robarme alguna de esas palabras y quedármelas
sólo por un rato.
adios
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