tormenta roja


ya perdí todo tantas veces y lo volví a recuperar y así, la vida cíclica que nunca me deja en paz, porque sé que va a volver y se va a ir y va a volver y nunca la calma, o siempre aparente y nunca real, la maldición de saber que no va a ser así para siempre, sino que todo esto se va a volver a ir, para después volver , con otras formas, con otras voces, con otras manos, con otros ojos, o los mismos pero irreconocibles ya, como destellos de lo que alguna vez fue, para no volver, para no volver más. la vida cíclica, el tiempo cíclico, mis imágenes como una montaña rusa que siempre vuelve a empezar, aún cuando mis esfuerzos por detenerla en lo más alto, en el punto más cercano al cielo son inservibles. uno siempre vuelve al mismo lugar, como los caballos que Adán describe, lo arrastran hasta lo más alto de su felicidad y luego lo tiran por el piso, solo para dejarle saber que tocar fondo es un simple paso hacia la felicidad aparente una vez más y así, uno pierde los minutos viendo todo pasar.

he dicho.

2 comentarios:

Floretta dijo...

la vida es una gran montaña rusa (sabés de lo que estoy hablando) llena de pequeñas montañas rusas en su interior.
todo es un ir y venir constante, un sube y baja, un tire y afloje...
la vida misma.

Anónimo dijo...

Los fantasmas no existen, pero estan en todos lados...