solo ella es capaz de llevarse mi soledad

cuántas redes semánticas para un viernes por la tarde. cuánta literatura, cuántas palabras que no conozco, cuántas ganas de dormir la siesta. el viaje en colectivo en épocas de facultad se vuelve un tópico recurrente, apelo a mi imaginación para ver cómo hago para divertirme en horas desperdiciadas, moviéndome como una hoja, entre medio de mil caras que no conozco, que no dicen nada. bueno, saco un libro. mi libro. hoy es un día feliz porque alejandra va a ir a comprarme tantos libros de Saer como pueda, todos los que encuentre en su librería favorita (nota del escritor: primero utilicé la palabra "preferida", pero qué poco me dice, mejor opto por "librería favorita" y así, un poco satisfecha, un poco mediocre, sigo con el relato inexistente). Saer se volvió mi mejor amigo por estos días, días sin luz, en los que busco cada rayo de sol para sentarme a leerlo porque algún día quiero escribir así. no, miento. no quiero escribir así, quiero provocar en los demás lo que esas palabras encadenadas una detrás de la otra en un orden que parece aleatorio provocan en mí. además de mis libros "nuevos", hoy es un día feliz porque caminar a las diez de la mañana por los alrededores de mi facultad es una de mis actividades favoritas. ¿alguien notó alguna vez que la luz de la mañana brilla diferente a través de las hojas de los árboles y entonces ya no importa el ruido de la ciudad ni las remeras brillantes ni las caras desconocidas sino que todo se resume a seguir mirando esas hojas y mirar y mirar y llenarse de una nada especial que se convierte en un todo insignificante cuando esa luz ya no es? qué pregunta larga. cecilia, si querés que la gente te siga en este viaje de sentidos tenés que ser más concisa (nota del escritor: tuve que fijarme cómo se escribe esta palabra, tenía dudas; las personas que me conocen un poco saben que no puedo permitirme las faltas de ortografía porque me ponen de muy mal humor), más directa, más emocional y menos exagerada. todo el tiempo exagerada, este texto (si podemos así llamarlo) exagerado, todo, tu vida, tus emociones, tus emociones que se te salen del corazón, no entran, qué confundida que estás a todo momento. si bien tu cara no lo (nota del escritor: estaba por terminar la frase cuando me sonó el celular y tuve una extensa charla con el chino sobre el ciclo que viene, sobre ir hoy al ccgsm a ver algo nuevo, sobre pies de micrófonos, sobre las fiestas de mañana, y temas varios) denota, ahí está la confusión latente, no termina. en fin, hoy es un viernes feliz simplemente porque llegó la brisa fría y me puedo poner bufandas una vez más. hoy es un viernes feliz porque cuando llegué lo primero que hice fue poner a jaime sin tierra bien fuerte, no quiero escuchar nada más que esa voz porque lo único que entiendo mejor que nada es ese mensaje y nada más, nada como saber que ya ni el cielo me quiere, ya ni la muerte me visita, ya ni el sol me calienta, ya ni el viento me acaricia. vacío por dentro. solo ella es capaz de llevarse mi soledad...

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