qué triste ese café de la avenida Corrientes, qué triste su luz, qué tristes sus caras, solitarias pero acompañadas.
me atormenta pensar qué estará pasando con toda esa gente, si será feliz, si sonreirá, si no necesitará hacer algo fuera de lo común de vez en cuando, algo para destacarse aunque sea por cinco segundos, algo inusual, algo que no sea sentarse en ese triste café de la avenida Corrientes a mirarse como si la vida no existiera en ese momento, como si fuera tan solo un viaje que sucede a veces.
me atormenta pensar que quizá yo sea uno de ellos, que quizá yo tampoco sonrío lo suficiente y por eso estoy ahí, con esas personas que ni se percatan de mi presencia. me da miedo dejarme llevar por el letargo y que así, de la nada, pasen los años junto a las personas equivocadas, mirando la vida desde el ángulo incorrecto, el temor que no se va, el temor que me lleva una y otra vez a dar vuelta todo, a desordenar vidas por el simple hecho de no dejarlas estar.
por favor que la conexión nunca se apague.

2 comentarios:

Leandro dijo...

tengo las re ganas de sentarme en un cafe de la avenida corrientes a ver la vida pasar. Pero no quiero que se me escape. Beso

Floretta dijo...

creo que todo el mundo tiene ese temor.
ese miedo de estar siendo el espectador de nuestra propia vida.
están en nosotros cambiarlo o dejarlo así.
y yo no creo que vos seas una más de toda esa gente tomando algo en ese café.
pero esas son cosas que me gustaría que las escuches personalmente, por acá no tienen el mismo acento.

te quiero :)